En este reportaje continuamos (y finalizamos) la construcción del caza estadounidense Curtiss P-40 Warhawk fabricado por Trumpeter a escala 1:72.
Una vez montado el avión en su casi totalidad, pasamos a la fase de pintura. Digo que está montado casi en su totalidad porque siempre conviene dejar todas las piezas pequeñas o susceptibles de romperse en esta fase sin pegar definitivamente. También aquellas que consideremos que es mejor pintar aparte.
Por supuesto tanto el interior de la cabina como los fosos del tren de aterrizaje los pintamos durante el ensamblado de la maqueta, porque si no sería imposible hacerlo una vez pegadas las partes principales del modelo.
Para la pintura general he usado pinturas acrílicas de Tamiya, tanto para el camuflaje superior en verde y marrón como para el gris de las partes inferiores. Este modelo de avión presenta este camuflaje porque, a pesar de ser de fabricación estadounidense, era un modelo recomprado a la RAF británica. El esquema pertenece a los “Flying Tigers”, grupo de voluntarios norteamericanos que volaron a favor del ejército chino en su guerra contra Japón justo antes de la Segunda Guerra Mundial.
Hay bastante controversia en cuanto a los tonos de los colores, así que he usado varias mezclas que encontré por internet. De todas formas el modelo irá bastante desgastado, así que los colores se irán degradando con los procesos de pintura.
Empezamos por los colores básicos pintando la parte inferior de gris primero, al que le hemos hecho un prepanelado con negro. De esta manera una superficie de un solo color gana en riqueza cromática. Para la parte superior he usado unas máscaras de la marca AML que vienen ya precortadas y son muy baratas, con lo que nos ahorramos mucho trabajo y nos aseguramos un trabajo limpio. Una vez pintado barnizamos en brillo y aplicamos las calcas.
Volvemos a barnizar sobre las calcas y comienza la diversión. Panelamos todo el avión con óleo marrón muy oscuro y empezamos a desgastar la pintura. Para ello utilizamos diversas técnicas, desde empolvados con aerógrafo hasta chorretones con óleo, desconchones o desgastes con pigmentos.
Se trata de hacer todo en su justa medida. Queremos representar un avión en estado operativo, no que parezca recién salido de un desguace.
Una vez terminado el proceso de pintura barnizaremos el conjunto en mate, quitaremos las máscaras de la cabina y remataremos con los detalles finales, pegando todo en su lugar, añadiendo los cables de las antenas con plástico estirado lo más fino posible y para poner el avión en un contexto le haremos una sencilla peana y usaremos un piloto de la marca Hasegawa para rematar el conjunto. Este piloto lo pintaremos según fotos de la época.
El resultado final me ha gustado mucho, sobre todo porque es una maqueta que me ha dado muy pocos problemas. Ha sido un trabajo muy fluido y con pocos contratiempos, muy recomendable.
Finalizamos el reportaje con unas fotos del modelo finalizado:
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- Montaje del Curtiss P-40 Warhawk de Trumpeter (Ensamblaje)
- Montaje del Curtiss P-40 Warhawk de Trumpeter (Pintura)